La educación online actualmente representa un tipo de tecnología disruptiva que está transformando a las instituciones educativas y también aquellas que se dedican a la capacitación. Antes la educación a distancia era un territorio especializado por parte de un limitado número de instituciones, ahora representa un terreno abierto para todo quien tenga acceso al Internet. Un ejemplo de esto, nos lo ofrece el país del norte, en Estados Unidos, se estima que un 60% de las universidades ofrecen cursos online (Fuente)
Las razones por las cuales cada día son más las instituciones interesadas en el tema de la educación online son variadas, es el caso por ejemplo del potencial de crecimiento en la matrícula, el proveer mayores oportunidades de acceso, así como la competitividad entre otros. Esto ha causado que cada vez sea mayor el número de organismos educativos que se encuentran expandiendo sus aulas virtualmente. No obstante, ampliar la oferta educativa en el entorno online representa un paradigma muy diferente al de la educación presencial.
Un reciente estudio realizado entre Quality Matters y Eduventure, titulado “The changing landscape of online education (CHLOE), afirma que en la medida en que las instituciones participan en la educación online, éstas descubren que su éxito significa ir más allá de vaciar métodos tradicionales de instrucción en nuevas botellas tecnológicas.
En otras palabras, este es un nuevo paradigma que requiere otro tipo de estrategias para asegurar su calidad. A continuación, enumeramos algunas de las principales razones para integrar este aspecto en la estrategia de educación online.
1. Sus estudiantes merecen una formación de excelencia
Ampliar la oferta presencial con una virtual trae consigo innumerables desafíos de orden tecnológico, pedagógico, político, reglamentario, administrativo y financiero, para mencionar algunos. Pero la motivación de crecer y transformarse en el intento de ofrecer las mejores experiencias de aprendizaje online a sus estudiantes, así como mejorar la excelencia de la oferta presencial, es para muchos la la principal motivación para sostener este compromiso. Como dijera Miguel de Unamuno, “vale más que en tu ansia de perseguir a cien pájaros que vuelan te broten alas, que no el que te estés en tierra con tu único pájaro en mano”.
2. La oferta de educación online sigue creciendo significativamente.
Solo en los Estados Unidos, hay más de 5.8 millones de estudiantes tomando cursos en línea en instituciones de educación superior. Dentro de este número más de 2.85 millones de estudiantes estudian 100% a distancia, mientras que 2.97 millones toma algunos cursos online, dentro de su formación presencial. (Fuente)
Más del 77% de las instituciones permanecen convencidas de que su oferta online es crucial para su estrategia a largo plazo.
3. A medida que aumenta la oferta online, también aumenta la competitividad.
El 80% de las organizaciones encuestadas en el estudio anteriormente mencionado, consideran que el mercado de la educación online se encuentra mucho más competitivo actualmente, que hace cinco años atrás. Por consiguiente, estas condiciones de mercado requieren que sea definida su decisión estratégica sobre el crecimiento de su oferta online, sobre la calidad de la experiencia estudiantil y su diferenciación dentro de un mercado saturado. Aunque en nuestra región latinoamericana, todavía existe mucho espacio de crecimiento, los mismos estudiantes potenciales están solo a un “click” de distancia de otras ofertas, independientemente del país sede de la institución. A manera de ejemplo, la Universidad Abierta de Cataluña, una institución 100% virtual con cerca de 22 años de trayectoria, reporta una red superior a 54,000 estudiantes en más de 87 países, teniendo más de 200 convenios con universidades, instituciones y empresas del mundo. La Universidad de Capella, de similares características, tiene una matrícula con alrededor de 38,000 estudiantes 100% online en 55 países. ¿Estaría una oferta desarrollada por usted o su institución a la altura de este tipo de competencia?
4. La calidad de la oferta depende de múltiples factores, incluyendo visión y liderazgo.
¿Cuáles son algunos de los atributos comúnmente utilizados para definir la calidad de la educación online? Si bien existen diversos organismos y parámetros utilizados, tomando la diversidad de ofertas, un estudio reciente de la organización Academic Partnerships, identificó los siguientes aspectos comunes:
- Visión
- Liderazgo
- Planificación
- Infraestructura
- Desarrollo de cursos
- Enseñanza y aprendizaje
- Estructura de cursos
- Apoyo estudiantil
- Apoyo docente
- Tecnología
- Evaluación del aprendizaje
- Seguridad de las evaluaciones
En otras palabras, la calidad no surge espontáneamente, es el resultado de una visión estratégica articulada, un liderazgo efectivo y acciones premeditadas. En la medida en que el liderazgo de la institución prioriza la calidad, se crean las condiciones para la toma de decisiones estratégicas, la formulación de políticas y la asignación de recursos.
5. La educación online está sujeta a mayores escrutinios que la educación presencial.
El público en general, incluyendo estudiantes, familiares, docentes, administradores y empleadores, mira con recelo y desconfianza la legitimidad y calidad de la educación online. Si bien ésta percepción ha ido cambiando lentamente en el tiempo (en unas regiones más que otras), dada la opción de estudiar en una institución presencial, versus otra online, es más probable que se prefiere la primera. Por lo anterior y dado que la tecnología lo permite, el aula virtual queda más al descubierto y escrutinio sobre lo que ocurre dentro de ella.
El aula física no revela lo que ha transcurrido en una sesión de clase. En cambio, en el aula virtual todas las interacciones, tareas, comentarios, retroalimentaciones, calificaciones, absolutamente todo, queda registrado, archivado y accesible para el examen de terceros.
Todos quienes acceden al aula, también tienen la posibilidad de compartir lo que aquí se exponga en otros contextos, incluyendo las redes sociales.
6. La enseñanza online de calidad tiende a mejorar la enseñanza presencial.
Pasado el periodo de exploración y aprendizaje, las instituciones logran con el tiempo formalizar sus procesos y sistemas de apoyo por medio del diseño, conducción y revisión de sus cursos online. Los principales protagonistas, en este caso los docentes, adquieren las competencias de diseñar sus cursos de forma más minuciosa e interconectada, así como la capacidad de colaborar a veces virtualmente con otros profesionales, tales como diseñadores instruccionales, productores de multimedios, diseñadores gráficos, editores, tutores, encargados de recursos bibliotecarios y de servicios de apoyo estudiantil. En cambio, la enseñanza presencial es tradicionalmente un acto solitario y menos estructurado. Rara veces está sujeta al mismo nivel de diseño previo y de colaboración.
Algunos estudios sugieren que las experiencias que los docentes adquieren cuando enseñan en línea puede provocar cambios dentro de sus prácticas de enseñanza presencial (Fuente).
7. Asegurar la calidad online fortalece las acreditaciones de las carreras e instituciones.
Cuando la oferta de programas y cursos online han sido cuidadosamente diseñadas e implementadas, éstas tienden a estar centradas en el estudiante y en su aprendizaje. La diversidad de actividades de la enseñanza online suele generar diversas evidencias, tales como las siguientes:
- Tareas escritas.
- Participación en foros de discusión.
- Ensayos.
- Pruebas en línea (formativas, para corroborar entendimiento, y sumativas como los hitos evaluativos).
- Tareas colaborativas.
- Debates.
- Actividades experienciales como juego de roles y simulaciones.
- Portafolios de aprendizajes.
Este acervo de evidencias puede llegar a ser tan robusto, que podría contribuir de forma contundente a los informes de acreditaciones de carrera y de la institución. A fin de cuentas, la principal exigencia de todo proceso como este es demostrar que los estudiantes aprenden y logran adquirir el perfil de egreso declarado por sus carreras. Los responsables de conducir los procesos de acreditación rara vez tienen acceso directo a este tipo de evidencia primaria de la oferta presencial.
8. La validación externa fortalece la calidad de cursos y programas.
En la medida en que las instituciones van madurando su oferta de educación online, éstas también van estableciendo sus propias prácticas y estándares de calidad en torno al diseño de cursos, la formación docente y, aunque en menor frecuencia, los servicios de apoyo a estos y sus estudiantes.
Puede que en algunos países los organismos que acreditan la calidad de las instituciones de educación superior ya contemplen pautas específicas para la acreditación de programas a distancia. En el caso de Estados Unidos, existen criterios concretos para esta modalidad, como es el caso de la Middle States Comission on Higher Education (Ver ejemplo de criterios).
Otra estrategia que ha venido sumando adeptos en los últimos años es la acreditación de cursos y programas exclusivamente online que provee la organización Quality Matters (www.qualitymatters.org). Se trata de una organización sin fines de lucro que en solo 4 años ha logrado una membresía de 60,000 instituciones educativas. Su modelo de certificación está respaldado por estándares de calidad que a su vez se sustentan en la investigación y en un proceso de evaluación de pares, muy similar a los procesos de acreditaciones de carreras e instituciones. Finalmente, su modelo de aseguramiento de la calidad online se complementa con ofertas de desarrollo profesional, conferencias, investigaciones y una comunidad estrechamente activa.
En resumen, si bien son mucho los desafíos que enfrentan las instituciones que incursionan la educación online, también son muchas las recompensas y oportunidades de transformación, sobre todo, si la brújula de su estrategia apunta hacia la calidad.